miércoles, octubre 31, 2007

Halloween chilensis: ¿falta de identidad o copia?

Halloween Made in Chile:
Caza de brujas del patio trasero

Por: Sady Maureria B.
Periodista



Paséando por el centro de Santiago, ya muchos de los comerciantes en sus carros tenían diversas máscaras para el día de Halloween. Por mil pesos hasta dos mil pesos, uno se puede disfrazar de Scarie Movie, Gasparín e, incluso, comprarse cachos y cuernos para disfrazarse del mítico y legendario diablo.

En la noche, niños y niñas se vistirán con la ropa que el papá o la mamá les trajo desde algún puesto que hayan vendido las máscaras y las calabazas para la ocasión. Dulce y travesura es la leyenda. De no entregar los dulces respectivos, la dueña de casa tendrá que limpiar al otro día el huevo tírado por los traviesos niños, que no alcanzaron el objetivo, las golosinas.

Ya en 1995 en la comuna de Las Condes, los niños salían a pedir dulces junto a sus padres, quienes había visto en sus salidas fuera de nuestro país como otros adolescentes iban de casa en casa celebrando una fiesta creada en los Estados Unidos llamada Halloween,
palabra de originaria de las palabras inglesas "All Hallo Even". Esta "noche totalmente santa" del 31 de octubre -amanecer 1 de noviembre - era también, de acuerdo con el Calendario Romano, un día santo para recordar las almas de los muertos. De ahí la confusión por la mezcla de ambas celebraciones.

Para muchos es una mala copia proveniente de la globalización, donde niños de nuestro país hacen click en la Internet y están virtualmente conectados en otro país. Son otros tiempos, otra cultura digitalizada que se ha ido moviendo a un ritmo acelerado y virtiginoso, como es la globalización de la cultura mediatizada por el fenómeno de niños nacidos para la nueva tecnología, donde copian todo y lo consumen todo.

No muchos están contentos con esta tradicción
yankee, ya que como dije, la cultura de la globalización trae fenómenos inculturales que rompen con la tradición de nuestro país y el folcklore, que cada día se han pérdido con el tiempo.

Pero si lo vemos de un punto de vista sociólogico y de signos de comunicación de masas, el fenómeno de Halloween no sólo quiebra y con la cultura de nuestro país, sino también hace que los principios básicos de nuestra cultura sean trastocados por culturas esteriotipadas, que vienen de una tradición que no conocemos e imitamos para satisfacer a nuestros queridos niños.

El estereotipo de la cultura copiada y mal hecha hace reflexionar si en nuestro país, Halloween será más que una cultura globalizada o, simplemente una copia de nuestro país. Mejor esta noche me disfrazaré y le compraré a mi hija unos dulces, porque sino me dirá: ¿Dulce o travesura? Prefiero el dulce, por ahora.







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