lunes, noviembre 26, 2007

Una realidad que duele

269 periodistas han sido asesinados en Iraq:
El riesgo de ser periodista

Por: Sady Maureria Bulnes.
Periodista.


Ser periodista no es fácil, ni menos cuando la información está en el frente de batalla. En Iraq, la insurgencia no da tregua, ni para los periodistas y corresponsales que cubren habitualmente el riesgo y el peligro de ser asesinados, ya sea por escribir algo en contra de la insurgencia o en contra de la invasión norteamericana.

Día a día miramos por la TV las acciones de periodistas exhibidos por algún medio de comunicación, ofreciéndose como una mercancía de intercambio, para el intercambio de rehénes prisioneros en Guantánamo, o simplemente llamar la atención a los países de la coalición a retirarse de Iraq, y así buscar la profilación del Islam al Occidente.

Según, el estudio de la asociación de Reporteros Sin Fronteras, señala que para los periodistas que cubren habitualmente la información de Iraq pueden ser asesinados fácilmente, debido al fuego cruzado que habitualmente se produce entre tropas norteamericanas y los observadores de la prensa, entre ellos fotógrafos, camarógrafos y corresponjsales de medios periodísticos que cubren las principales ciudades de Iraq.

Desde Mósul, hasta Tikrit, ciudad por cierto, el bastión de la insurgencia, son considerados como ciudades peligrosas de ejercer el periodismo, según el último informe entregado por Reporteros Sin Fronteras, quien señaló en 269 periodistas muertos a causa de la invasión de Iraq.

Hoy día, el periodista no es el que está sentado en un noticiario u oficina, sino el que informa al mundo lo qué ocurre en el frente de batalla. Sin estos observadores de la realidad, el mundo no sabría qué está pasando en un determinado territorrio, ni menos conoceríamos las realidades en otras latitudes. Sin embargo, gracias al avance de la tecnología, apretamos un botón del control remoto y ya estamos conectados en vivo y en directo.

Para Iraq, el periodismo se ha convertido en un fiel observador del conflicto entre el Islam y el Occidente, y por cierto, en la gestión de Bush, principal precursor de la guerra en ese país.

Estallidos y balas son del pan de cada día. Reporteros fotográficos y periodistas cubren diariamente con personas desoladas con una guerra, que aún no ha tendio ningún fruto político y estratégico para el Medio Oriente.

¿Qué debemos hacer para parar la muerte de más periodistas? Por el momento, sólo rezar para que no caigan más colegas.

















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